Proyecto De Interiorismo | Piso "CE" en Pontevedra
La progresiva reducción de los metros cuadrados de las viviendas ha provocado la necesidad de desarrollar estrategias que integren el mayor número de funciones posibles en espacios que resulten prácticos y acogedores al mismo tiempo.
Todos tenemos al menos una mínima idea de cómo hacer que nuestra casa parezca un poco más grande, ya que a diario nuestras necesidades aumentan, pero el espacio sigue siendo el mismo.
Poniendo en práctica algunos de los siguientes consejos, podremos exprimirle todo el jugo posible a los metros cuadrados que conforman nuestros espacios.
En cada proyecto la visión del arquitecto y la labor del interiorista deben complementarse para que el cliente experimente una agradable sensación de confort invitándole así a percibir su paisaje domestico como el más bello de todos.
Los aspectos relativos al diseño pueden considerarse durante la proyección del espacio, antes de la construcción y la distribución de las estancias. Esto permite habilitar la vivienda aprovechando cada una de sus características y aplicando soluciones espaciales óptimas.
Con respecto a la iluminación esta es el recurso por excelencia utilizado para resaltar los elementos de un interior. En la mayoría de los casos la luz natural es el punto de partida para otorgar a un espacio una buena calidad lumínica durante el día, sin olvidarnos del importante ahorro que puede suponer su uso. Si no tenemos suficiente luz natural, o ésta disminuye en los meses invernales, la iluminación artificial viene a complementar esa falta.
Proyecto De Interiorismo | Piso «CE» en Pontevedra
Para lograr una iluminación adecuada es aconsejable reflexionar previamente sobre las necesidades y las rutinas en casa. Si, por ejemplo, nos gusta ver películas con frecuencia, puede ser interesante instalar luces ambientales indirectas que dejen la sala en penumbra. Por su lado, las lamparas de mesa se utilizan para generar una iluminación complementaria. Este tipo de iluminación, puntual y de tono más cálido suele perseguir dos objetivos: reforzar la luz natural y crear diferentes ambientes dentro de la casa.
La iluminación artificial más allá de su funcionalidad a la hora de ayudarnos a complementar la falta de luz natural tiene un rango enorme de posibilidades en cuanto a diseño del espacio. O mejor aún, de “rediseño” de los espacios. Nos permite literalmente darle un carácter lúdico a la luz. Con ella podremos definir nuevos recorridos y tensiones, colorear o dramatizar texturas y relieves…
Por ello es importante que, en el momento de planificar y diseñar la iluminación de un espacio, se consideren no sólo los aspectos económicos y de ahorro energético, sino también la oportunidad de crear un lugar con otra lectura, que pueda ser observado bajo un nuevo prisma, más conectado con las personas y sus emociones.
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